ACUPUNTURA Y SHIATSU PARA LA TENSIÓN DE LA MANDÍBULA ¿QUÉ DICE LA MEDICINA CHINA?

Desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China se puede describir la situación de apretar los dientes como un desequilibrio energético en el buen funcionamiento de los órganos.
En concreto, del elemento madera que alberga al hígado y la vesícula biliar, siendo estos dos los encargados de controlar las diferentes funciones relacionadas con la tensión, tanto muscular como emocional.
La necesidad de tener el elemento madera en buen estado energético es fundamental para una correcta función de sus dos órganos. El hígado se relaciona con los diferentes órganos mediante la función de retener y dejar ir la sangre.
Del mismo modo decimos que a la madera se le atribuye el movimiento de expansión de la energía por el cuerpo. Por ese motivo no se la puede obstaculizar, pues todas las funciones del organismo pueden verse afectadas generando un aumento de la tensión tanto muscular como nerviosa.
UN TRATAMIENTO CON ACUPUNTURA APORTA SOLUCIONES A LAS TENSIONES MANDIBULARES PROVOCADAS POR UN DESEQUILIBRIO ENERGÉTICO
Morder, ésta es una de las acciones que realiza la mandíbula. Con ella conseguimos alimentarnos, aunque es bien sabido que a veces mordemos por muchas otras cuestiones. Entre ellas estaría contener la rabia y no dejar salir la frustración.
¿Cuántas veces nos habríamos tirado al cuello de alguien o habríamos gritado con fuerza para dejar salir lo que llevamos dentro, pero en cambio nuestra respuesta pensamos que se debe adaptar a las normas de la sociedad y por tanto nos reprimimos?
La falta de mecanismos y recursos para poder gestionar algunas de las situaciones que vivimos nos llevan a actuar de esta manera, mordiendo y aumentando la tensión de nuestra mandíbula. En el acto de hacer salir hacia afuera la tensión que retenemos, ponemos en marcha mecanismos que durante años nos habían funcionado, pero que ahora ya no nos sirven. Por ello activamos nuestra mandíbula y manos como si fuesen garras para defendernos de la supuesta agresión.
Podríamos llamarle a esto el acto del tigre reprimido: enseñamos las garras y la mandíbula, pero no llegamos a actuar.
La tensión y dolor en la mandíbula va mucho más allá de esta estructura y abarca de forma directa las cervicales, el cráneo, la zona escapular y torácica, prolongándose hacia cualquier parte del cuerpo. La complejidad de esta disfunción en la mandíbula nos está demostrando que es necesario un enfoque individualizado y a su vez multidisciplinar, donde profesionales de diferentes especialidades puedan abordar el problema. La experiencia nos enseña que coexisten diferentes factores que llevan a este tipo de trastornos.
Las estadísticas consultadas demuestran que la mitad de la población ha presentado en algún momento molestia en la mandíbula. Existen diferentes causas que provocan alteración en la zona mandibular, pero cabe destacar el desequilibrio energético de base como el motivo principal que nos llevará a los estados de exceso de excitabilidad y de tensión, como el estrés, preocupación excesiva, hiperactividad muscular continuada, alteración en la postura, y que creará como consecuencia dolor muscular o de otras estructuras, vértigos, acúfenos, dolores de cabeza y oídos, neuralgias, etc.