junio 14, 2016

“No te hagas el muerto, corre”: Qué hacer en caso de un ataque como el de Orlando-EEUU

Omar Sadiqqui Mateen, un norteamericano de ascendencia afgana de 29 años, asesinó a por lo menos 50 personas e hirió a otras 53 en Pulse, una popular disco gay de Orlando, en Florida. Mateen fue acribillado por fuerzas especiales de la policía, que irrumpieron en el local ayer a la madrugada y pusieron fin a más de tres horas de horror en las que mantuvo a decenas de personas como rehenes.

Los servicios de seguridad de medio mundo se encuentran en estado de alerta ante la posibilidad de que se produzcan nuevos atentados. Y aunque una conspiración de semejante magnitud es relativamente improbable -requiere de una complicada logística difícil de poner en marcha sin levantar sospechas-, el mayor temor es ahora que los ataques “inspiren” a elementos independientes a perpetrar por su cuenta acciones similares.

Por este motivo, la Oficina de Seguridad Nacional Antiterrorista del Reino Unido (NaCTSO) ha emitido una breve guía (en inglés) en la que ofrece consejos a los ciudadanos sobre qué hacer en caso de un atentado de este tipo. La directriz básica es “Mantente a salvo”, que se resume en tres principios: “Corre, escóndete, cuéntalo”.

La primera norma es tratar de escapar a toda costa del lugar donde se está produciendo el ataque, valorando siempre si esa es, de hecho, la mejor opción (si para llegar a la salida hay que ponerse en la línea de tiro de los terroristas, probablemente es una mala idea). La guía también pide a los ciudadanos que insistan a otros para que huyan con ellos y no se queden en el sitio.

Si salir no es posible, la mejor opción es esconderse en un sitio a cubierto de las balas. “Estar a cubierto de la vista no significa estar a salvo. Las balas pueden atravesar el cristal, el ladrillo, la madera y el metal”, dice la guía, que aconseja buscar paredes reforzadas o de ladrillo sólido. “Si puedes ver al atacante, él podría verte”, añade. También sugiere ser consciente de las posibles vías de escape, y tratar de no quedar atrapado, donde un terrorista que se tomase su tiempo podría encontrarle y rematarle. Por el mismo motivo, sugiere poner el móvil en silencio y no hacer ruido, e intentar encerrarse en algún espacio al que los atacantes no puedan acceder desde fuera, o bloquear la puerta de algún modo.

Una norma fundamental a la hora de esconderse: “Evitar la puerta”, el lugar por donde presumiblemente tratarán de salir los terroristas, y donde podrían encontrarse una última víctima fácil antes de marcharse.

El asalto policial no será delicado

Si estamos relativamente a salvo, la guía pide a los ciudadanos que traten de avisar a las autoridades por teléfono, proporcionando la siguiente información: dónde están los sospechosos, dónde fueron vistos por última vez, una descripción de los atacantes y algunos elementos adicionales que pueden ser útiles, como si se han producido víctimas y de qué tipo, cómo es el edificio y los accesos, si hay rehenes, o qué tipo de armas tienen los asaltantes.

El documento, además, explica que en caso de asalto policial podrían producirse situaciones tensas en que los agentes pueden apuntar sus armas a los civiles, por lo que es fundamental permanecer en calma, poner las manos a la vista y no hacer movimientos bruscos que puedan ser interpretados como una amenaza. Además, advierten de que probablemente habrá poco margen para delicadezas, y seguramente los oficiales serán rudos y podrían interrogar con firmeza a los presentes. Es más: la evacuación no se producirá hasta que sea seguro hacerlo. Por ello, la guía propone a los ciudadanos mentalizarse para una situación semejante, y hacer planes en consecuencia por si llega ese terrible momento.

También la BBC ha elaborado su propia guía a partir de los consejos de varios expertos. John Leach, instructor militar y psicólogo especializado en supervivencia, sugiere, sobre todo, estar preparado mentalmente.

“Respondemos al modelo en nuestra cabeza, no directamente al entorno, y eso es lo que nos hace vulnerables”, afirma Leach. Un ejemplo: muchas víctimas de atentados y ataques, tal y como han contado los supervivientes, pensaron que los disparos eran petardos o fuegos artificiales, por lo que tardaron mucho en reaccionar. “Lo único que necesitas preguntarte es: si algo va mal, ¿cuál va a ser mi primera respuesta?”, dice el psicólogo. Identificar las salidas de emergencia al llegar a un establecimiento puede salvar muchas vidas.

En una situación de este tipo, el 75 % de las personas no reacciona, y el 10% toma decisiones que le ponen en mayor peligro

“Reacciona rápido”, dice la BBC. Más fácil de decir que de hacer: según un estudio realizado por Leach, solo el 15% de la gente reacciona de una manera que ayuda a salvar sus vidas. Alrededor de un 75% se quedan tan estupefactos que no reaccionan. Para el 10% restante es aún peor: toman decisiones que les ponen todavía más en riesgo.

Por último, la BBC aconseja pelear si es necesario. Reed asegura que enfrentarse a unos atacantes sin entrenamiento o equipo adecuados es una mala idea. Pero dependiendo de la situación, puede ser la mejor opción, como ocurrió en el intento de atentado en el tren París-Ámsterdam, frustrado por varios marines estadounidenses que redujeron al atacante. “A los miembros del Estado Islámico no les motiva la toma de rehenes”, asegura James Alvarez, psicólogo y negociador profesional. “No hay nada con lo que negociar. Tu valor reside en estar muerto. Si sé que me van a disparar, quiero pensar que no me voy a marchar tranquilamente”, afirma.


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