La barba que más le va a tu cara
Para lucir fuerte y sano, el vello facial necesita que se le cuide, recorte y dome. Tienes herramientas para ayudarte en esta empresa, se llaman rastrillos, rasuradoras eléctricas y tijeras, sólo procura emplearlas conforme a las reglas del arte. Déjanos mostrarte cómo dominar como un experto los efectos del estilo y adaptarlos a tu fisonomía.
- La sutil dosis de un bigote
– NO: el revival de los bigotes de káiser
Se le da una forma de “manubrio” al bigote, retorciendo los dos extremos hacia arriba. El efecto vintage es auténtico, nada más te faltará un overol de cuerpo entero para practicar el boxeo francés… sólo que ya nadie los usa. Un estilo extravagante, elegante y rebosante de anécdotas.
SÍ: al estilo Magnum
Desenfadado pero sexy, el bigote en forma de cepillo que adoptara Tom Selleck en aquella famosa serie, ahora ha cobrado nueva popularidad entre los cuarentones. Aparte de su cool vintage, tiene la gran ventaja de que no necesita demasiados cuidados.
- ¡Aquí huele a chivo!
– NO: la barba de candado (o goatee)
A diferencia de la barba “al natural”, la barba de candado se ve extremadamente bien trabajada, y se le asocia a menudo con las extravagancias del mundo del espectáculo. Pero la verdad es que ya desde los años 90, este estilo se veía un tanto… rústico.
– SÍ: el dúo dinámico del estilo
Los jóvenes trendy, que hasta hace poco se dejaban crecer una barba abundante, están redescubriendo la originalidad de las barbas de dos elementos separados: bigote y barbita cuadrada. Ten en cuenta que esto implica rasurarse todos los días para mantener la forma.
- Hay que saber jugar maquinitas
La nueva generación de rasuradoras eléctricas permite modular fácilmente la simetría de los cortes, pero hay que aprender a manejarlas.
– NO: una barba perfectamente delineada
Hay quienes estilizan su barba de manera exagerada: contornos geométricos, cuello perfectamente limpio y maxilares despejados. Es como si quisieran parecer muñecos de acción. Además, delimitar el cuello tan perfectamente sólo hará más notoria una papada o un mentón escaso.
– SÍ: el encanto de una barba de tres días
Cuando la barba empieza a salir, destaca los rasgos angulosos y afina los redondos, y además casi no requiere cuidados, sólo hace falta pasar una rasuradora pequeña para mantenerlo. Si pasas la rasuradora en el sentido contrario al nacimiento del vello, uniformarás su largo.
- La solución para las caras redondas
– NO: el afeitado limpio
Este es una forma de rostro que más vale no “desnudar” por completo, so pena de destacar el contorno redondo de los maxilares y, en consecuencia, proyectar un aspecto infantil. Sí hay una manera de afilar el rostro: ir con el dentista para que te quite algunas muelas, pero es un poco radical, ¿no crees?
– SÍ: con barba
Para alargar el rostro, lo mejor es una pequeña barba o incluso una barba de candado de dos elementos. Algo que debes evitar a toda costa son las barbas demasiado abundantes. Y un corte de pelo con un poco de volumen ayuda a disimular la redondez del rostro.
- Anteojos + barba = la apuesta más arriesgada
– NO: una puja demasiado intensa
Si el armazón es grueso, mejor evita la barba demasiado imponente, que el pelo te caiga sobre la cara o cualquier otra adición que sólo sofocará tu rostro. Para de verdad verte original, en todo caso opta por un bigote delgado.
– SÍ: un rostro más relajado
Cuando usas lentes, es muy importante despejar la frente. Lo modelos redondos le van bien a los rostros angulosos, y los armazones cuadrados ayudan a afinar las caras redondas. Que el armazón sea claro si eres rubio o pelirrojo, y oscuro si tu piel es morena.
- ¿Qué hacer si se tiene el cabello claro?
– NO: parecerse a Cristo
Los rubios y pelirrojos realmente hacen mal en usar barba y bigote que lucen como raídos y escasos.
– SÍ: la barba de tres días
Etérea y bohemia, en lugar de llamar la atención sobre lo escaso del vello facial, ayuda a imprimirle más carácter al rostro. Una solución ideal para los jóvenes que quieren verse un poco mayores.